El Diseño de Interiores consiste en la coordinación proyectual de los elementos volumétricos que componen un espacio.
Al
diseñar un ambiente interno tenemos que considerar múltiples factores
que posteriormente tendremos que integrar entre sí para donar armonía,
funcionalidad y carácter al interno del ambiente sin separarlo del externo.
Cada
espacio es único y responde a necesidades especificas, después de
analizar cuidadosamente las costumbres y prospectivas de nuestros
clientes, tendremos que evaluar la función de uso, la psicología del ambiente, las texturas de los materiales, los colores predominantes, el tipo de iluminación, el esquema de circulaciones y hasta el presupuesto disponible. Estas son sólo algunas de las tantas consideraciones... y cada proyecto demanda sus propias especificas.
Es
fundamental que el proyecto satisfaga principalmente las necesidades y
gustos de nuestros clientes, el diseño no puede ser la expresión viva de
nuestras tendencias y gustos personales, el proyecto debe integrar las
exigencias y preferencias estéticas de nuestros clientes; organizadas y
perfeccionadas por nuestra capacidad técnica de unir todas estas variantes en un sólo proyecto.
Este
método de trabajo nos permitirá ordenar todas las piezas del rompecabezas para que el usuario se sienta en plena armonía con el espacio circundante. Al ofrecer soluciones funcionales y
estéticamente agradables no sólo beneficiaremos al cliente, sino que
también aumentaremos nuestra reputación en el campo profesional. Acuérdense del passaparola!
También
el equipamiento juega un papel importante al interno de este proceso
creativo, he tenido la oportunidad de apreciar proyectos arquitectónicos
de gran importancia que vienen equipados con muebles que minimizan el valor formal
de toda la intervención. Y en algunos casos... los visitantes critican
los muebles en vez de apreciar la obra arquitectónica. Aquí no vale el dicho... "lo importante es que hablen :-)". Propongamos el equipamiento adapto a nuestros clientes!